1ª Clase: La privacidad en internet

Entre los numerosos temas tratados en la clase inicial de Biblioteconomía, y dado que la asignatura versará en buena medida sobre las nuevas tecnologías de la información, apareció el asunto de la privacidad en internet.

Es cierto, y me pongo como ejemplo claro, que no somos conscientes de la protección de nuestra intimidad al hacer uso de internet. Quizás llevados por la falta de tiempo o el descuido, cuando aceptamos una invitación para participar en redes sociales como Facebook o twitter, nos limitamos a pulsar el boton de Aceptar sin revisar las opciones de privacidad que la red nos otorga.
En mi caso particular, usando facebook, el no detenerme a configurar esas opciones, me ha llevado a dejar de utilizar la red, lo cual no significa que haya quedado a salvo de que mi intimidad sea usurpada. Cuando una red se teje mediante enlaces concatenados y no siempre recíprocos, lo que fue el punto de partida de la información, es decir, nuestro perfil, pierde con frecuencia el control de los datos ofrecidos al resto de la red. Pierde el control del contenido expuesto y el alcance que pueda tener dicha información.

Precisamente al volver de clase, en la televisión anunciaban la película basada en el inventor de Facebook, un estudiante de Harvard llamado Mark Zuckerberg, el cual al parecer por dificultades a la hora de relacionarse en vivo con el resto de alumnos, inventó una red virtual para los alumnos de Harvard. Dicho invento se ha universalizado y hoy tiene en el mundo nada menos que 500 millones de usuarios. Si es cierta la frase que se le atribuye a Zuckerberg, esa que reza: "si tienes 500 millones de amigos, es inevitable que tengas algunos enemigos", entonces debemos tener claro que la privacidad en una red social es clave.

Haremos bien por tanto, en cuidar nuestra intimidad, nuestra información personal ofrecida al mundo, y tener el mismo celo que cuando contamos algo en privado y buscamos el sitio aislado adecuado. Por mi parte, creo que he aprendido que; no se ha de realizar la técnica del avestruz, dejar de mirar o participar y pensar que así ya estaré a salvo, sino que debes ser tan  participativo en la configuración de tu privacidad, como en la forma de utilizar los medios que la red social ofrece.