Me gustaría permitirme esta vez la licencia de reflexionar sobre lo apre ndido desde un punto de vista distendido, para así poder preguntarme si en este mundo que tan deprisa cambia, hasta la nomenclatura o las denominaciones han dejado paso a la efectividad del contenido. O igual, si la seriedad ha dejado paso al efectismo sonoro en clave infantil. En concreto me refiero a muchas de las nuevas acepciones en relación a internet o la informática. Sin querer abundar mucho, hagamos una pequeña relación de nombres: Twitter, tuenti, wiki, prezy, blog....
Si le preguntásemos a un pediatra o una psicóloga infantil en una entrevista realizada en Boston en 1985, creo que ambos entre sus respuestas podrían habernos comentado que esa relación podría ser una serie de palabras inventadas por niños de 3 a 6 años.
Si llevamos uno de los términos a nuestros dias, como es Wiki, tiene una cercanía escandalosa a cierto título de canción de Shakira para el Mundial de Sudáfrica, el archiconocido "waka waka". Y así podriamos seguir, porque Prezy o Twitter podrían ser los nombres de dos teleñecos de la versión americana de Barrio Sésamo, y tuenti, pues la traducción o adaptación intencionadamente nefasta de un número inglés al español.
Todo ello me lleva a pensar que los tiempos han cambiado "que es una barbaridad".
Antes las etiquetas puestas al contenido querían mostrar seriedad o calidad. "Wordperfect", "Sistema Operativo", "Base de datos relacional", todo seguido por los números en decimal de la versión.
Quizás fue Microsoft la que abrió un poco la veda al empezar a llamar a su sistema operativo con un nombre poco "informático" hasta la fecha: "Windows".
Y retomando el título del comentario, el mismo me hace cuestionarme: ¿No será que la informática del presente y futuro, no es algo para señores serios, y si dirigido a niños de 0 a 99 años?... La respuesta en mi opinión es esa, creo que Bill Gates y compañía quieren que.. cuando nos sentemos ante un ordenador, no seamos señores de corbata y traje, serios y grises. Por contra, la informática, por innovadora, requerirá siempre de una edad mental joven e inocente, dispuesta a innovar y aprender, por ello quizás ese lenguaje aparentemente para niños con el que se nombran las nuevas aplicaciones informáticas no sea una casualidad, y si fruto de un plan previamente diseñado.
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